Recupera la función y la estética de tu sonrisa
El desgaste dental es un problema progresivo que, en muchos casos, pasa desapercibido durante años. Bruxismo, hábitos de masticación, alimentación ácida o incluso el envejecimiento natural pueden hacer que los dientes vayan perdiendo volumen, forma y funcionalidad. Además del impacto estético —dientes más cortos, bordes irregulares o sonrisa desalineada—, este desgaste puede generar sensibilidad dental, molestias al masticar e incluso problemas en la articulación mandibular. En GM Estudio Dental analizamos el origen de cada caso y aplicamos tratamientos personalizados para frenar el desgaste, restaurar la estructura dental perdida y devolver la armonía estética de la sonrisa.
Puedes volver a masticar y recuperar una sonrisa bonita aún en casos que involucren tratamiento en toda la boca.
Las incrustaciones permiten recuperar el tejido dental perdido en los dientes posteriores, haciéndolos más resistentes.
El bruxismo puede desgastar y acortar tus dientes. Pero puedes recuperar el tamaño y la apariencia original con laminados cerámicos.
No es necesario esperar a que el desgaste avance para ponerle solución. Cuanto antes se actúe, más conservador puede ser el tratamiento y mejores serán los resultados a largo plazo. Gracias a las técnicas actuales de restauración estética y funcional, es posible recuperar el tamaño, la forma y la resistencia de los dientes de manera duradera y natural. Si has notado cambios en tu sonrisa, dificultad al masticar o aumento de la sensibilidad, en GM Estudio Dental podemos ayudarte a valorar tu situación y diseñar el plan de tratamiento más adecuado para proteger y revitalizar tu sonrisa.
El desgaste dental puede tener múltiples orígenes, y en muchos casos, varios factores actúan de forma simultánea. Algunas de las causas más habituales son:
Bruxismo (apretamiento o rechinamiento dental)
Suele producirse de forma inconsciente, sobre todo durante el sueño, y genera una fricción constante que va limando las superficies dentales.
Maloclusiones o desajustes en la mordida
Una mala alineación de los dientes puede sobrecargar determinadas piezas y favorecer el desgaste localizado.
Erosión ácida
El consumo frecuente de bebidas ácidas, cítricos o problemas de reflujo gástrico pueden ir debilitando el esmalte dental.
Envejecimiento natural
Con los años, los dientes sufren un desgaste progresivo fruto del uso continuado.
Hábitos masticatorios o dietéticos
Morder objetos duros, mascar hielo o determinados hábitos alimenticios también pueden contribuir al desgaste.
Identificar la causa exacta es clave para planificar un tratamiento eficaz y prevenir que el problema vuelva a aparecer en el futuro.
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